“Algunas personas piensan que hay novelas muy cursis, pero no se imaginan que muchas de éstas historias narraban los verdaderos sentimientos de los jóvenes de aquellas épocas”, cuenta Amanda mientras mira este poema. Agrega nuestra poetiza que escribió “Soberbia” por un muchacho del que se volvió muy buen amigo y por el cual llegó a sentir más que una simple amistad; sin embargo nunca se lo dijo y el día que quiso hacerlo, justo en el mismo momento él le dijo que tenía una novia, quien inclusive hoy en día es su esposa.
Yo lo amé y quizá él nunca lo sepa,
porque yo jamás diré a nadie mi secreto;
mi amor imposible solo yo lo comprendo,
y si lo llegara a saber algún intruso
no lo comprendería y trataría de volverlo risa.
No podre decirlo a él, porque su corazón ya tiene dueña,
y yo sé amar pero jamás me humillo;
no podría soportar que me mirara
como quien mira a una chiquilla,
y que en sus ojos comprendiera lo que piensa.
No lo hago por amor, es por orgullo,
yo prefiero que piense que soy soberbia y no me humillo.