Amor Imposible


Este poema tiene una particularidad especial. En el momento en que su autora lo escribió, había un hombre profundamente enamorado de ella; todos los días le pedía que formalizaran una relación, pero las cosas nunca se dieron, porque ella estaba enamorada de otro hombre y tal como lo dice: “Yo trataba de ignorarlo y todos los días le decía que yo no quería nada con él, pero no entendía”.






Son nuestras vidas: 

Como las orillas opuestas de la inmensa carretera

que marchan frente a frente

y que se miran sin encontrarse nunca en su carrera.

Parece al contemplarse que a lo lejos

se juntan  en un punto sus caminos,

pero jamás convergen los destinos

que han sido proyectados paralelos.

Yo, soy la sangre que va por las arterias,

de un rojo vivo, prueba de pureza;

tú, la que se desliza por las venas

oscura, ennegrecida en la vileza.

¿Cómo puedes pedirme que me una

a tu existencia turbia advenediza,

y que mi sangre pura, su rojiza tonalidad

 sea enlutada con tu bruma?

No insistas por favor;

agua y aceite no pueden disolverse ni con magia,

tu enfermedad de amor no me contagia,

marchemos separados a la muerte.

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